Cada vez es más frecuente encontrarnos con niños y niñas que no tienen destreza a la hora de relacionarse socialmente y por ello les cuesta establecer relaciones de amistad. Muchos de estos niños no tienen un trastorno o dificultad evidente, pero sin embargo no acaban de integrarse en su grupo de iguales y esto les genera malestar.
Los talleres están dirigidos a niños y adolescentes que presentan dificultades en las relaciones sociales y emocionales por diferentes motivos:
- Timidez e introversión
- Inseguridad, falta de confianza en sí mismo o baja autoestima
- Impulsividad o falta de autocontrol
- Dificultad para resolver conflictos
- Falta de empatía y consideración hacia los demás
- Escasas habilidades conversacionales
- Exceso sumisión y conformismo
- Miedos
- Baja tolerancia a la frustración
- Falta de asertividad
- Dificultad para reconocer, expresar y gestionar las emociones
- Tendencia a conductas agresivas o evitativas
- Victimismo
En ocasiones, estas carencias sí responden a algún trastorno o síndrome concreto. Algunos de los diagnósticos más frecuentes son:
- TDAH
- Síndrome de Asperger
- Trastornos del espectro del autismo (nivel 1 y 2)
- Altas capacidades
- Déficit intelectual o retraso madurativo
- Trastorno de la comunicación social
- Trastorno del lenguaje
- Trastorno de conducta
- Trastornos de aprendizaje
En las sesiones realizamos actividades y dinámicas que diseñamos nosotras mismas, a través de las cuales los niños y adolescentes entrenan las habilidades relacionadas con la socialización, la autoestima, el autocontrol y el autoconocimiento.
A continuación se detallan algunos de los contenidos que se trabajan en el taller:
- Habilidades sociales básicas: Saludar, contacto visual, hablar de uno mismo, etc.
- Amistad: Cómo entablar relaciones y estrechar vínculos.
- Habilidades emocionales: Reconocer, expresar y gestionar emociones. Entrenar la empatía.
- Autoestima: Conocerse, saber transmitir una imagen positiva de sí mismo a los demás.
- Habilidades conversacionales: Iniciar, mantener y finalizar conversaciones. Saber de qué hablar. Entrenar el sentido humor, la picardía, la ironía, el sarcasmo, etc.
- Resolución de conflictos: Tomar decisiones, llegar a acuerdos, trabajar en equipo.
- Funciones ejecutivas: Autorregulación. Control de la impulsividad. Ser capaz de anticiparse a las consecuencias de una conducta.
Ofrecemos una primera reunión sin coste y sin compromiso con el fin de recoger información, conocer vuestras necesidades y expectativas y así poder asesorar personalmente.