Problemáticas más frecuentes en niños y adolescentes:
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Habilidades sociales

Las habilidades sociales y la inteligencia emocional determinan en gran medida el éxito en la vida.

Superar todo aquello que nos frustra sin quedarnos anclados en el fracaso, gestionar nuestros estados de ánimo, comprender y tratar los sentimientos de otros, ser asertivo, saber iniciar y mantener conversaciones, etc. es imprescindible para desarrollar relaciones sociales, personales, familiares y emocionales satisfactorias.

En general se piensa que las habilidades sociales son innatas, pero lo cierto es que hay muchos niños/as y adolescentes que presentan dificultades a la hora de comunicarse y relacionarse con los demás. Niños que no acaban de encajar, que se frustran fácilmente, carecen de empatía o que simplemente no tienen habilidades conversacionales.

Para mejorar las habilidades sociales es importante la práctica y el entrenamiento. Para ello, desde Hábiles se puede intervenir las habilidades sociales a través de talleres grupales o de intervención individual.

Ansiedad

La ansiedad es una emoción básica que experimentamos todos los seres humanos. Surge como mecanismo de defensa ante un peligro o amenaza.

En el caso de los niños, en ocasiones les puede resultar complicado gestionar la angustia que les provocan diferentes situaciones. La ansiedad puede deberse a causas muy diversas como la separación de los padres, problemas escolares y familiares, fobias de carácter social, miedo a la oscuridad o a dormir solos, etc.

Los síntomas más frecuentes en niños/as y adolescentes son:

  • Quejas somáticas
  • Apego extremo hacia los padres
  • Rechazo a ir al colegio
  • Falta de apetito o excesiva ingesta de alimentos

Depresión

La depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo. El niño o adolescente se encuentra en una situación afectiva de tristeza intensa y duradera en el tiempo.

Algunas de las causas de la depresión infantil pueden ser:

  • Situaciones de cambios o estrés.
  • Divorcio de los padres.
  • Pérdida del padre o madre por: muerte, enfermedad, divorcio, abandono, etc.
  • Dificultades de aprendizaje o de atención.
  • Estilo educativo demasiado estricto y perfeccionista.
  • Situaciones traumáticas.

Hay niños que presentan características que los hacen más vulnerables a la depresión: inseguridad, baja tolerancia a la frustración, introversión, dificultades en la comunicación, etc.

Los síntomas más frecuentes que presentan los niños y adolescentes con depresión son:

  • Estado de ánimo irritable
  • Pérdida de interés o de motivación
  • Aislamiento social
  • Problemas de conducta
  • Autoestima baja
  • Llanto frecuente
  • Cambios en el apetito
  • Cansancio excesivo o insomnio
  • Conductas autolesivas
  • Cambios en el rendimiento escolar

En cualquier caso,  resulta clave contar con un diagnóstico temprano y realizar un abordaje terapéutico que permita al niño o adolescente recuperar su vida.

Celos

Los celos no tienen por qué ser motivo de consulta, suelen ser evolutivos, así que, dependiendo de la edad, son incluso normales.

Los celos en la infancia y/o adolescencia son una mezcla de sentimientos de envidia y frustración que suelen estar relacionados con la competitividad entre hermanos, la llegada de un nuevo miembro a la familia, sentimientos de inseguridad, la necesidad de pertenecer a un grupo, temor al cambio, etc…

A veces el problema no solamente son los celos en sí, sino la forma en que estos se manifiestan.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Regresiones o infantilizarse
  • Conductas disruptivas: agresividad, quejas, negativismo, apatía, etc.
  • Alteraciones en el sueño: terrores nocturnos, no querer dormir solo, insomnio, etc.
  • Alteraciones en la alimentación: pérdida del apetito, comer compulsivamente, etc.
  • Síntomas somáticos: dolor de barriga, cabeza, vómitos, taquicardias, etc.

Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad

El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por el déficit de atención, impulsividad y/o hiperactividad excesiva.

En los últimos años se han sobrediagnosticado a muchos niños de TDAH, es común encontrarnos con niños despistados o “movidos”, pero lo que marca la diferencia con el diagnóstico de TDAH es que los síntomas se presentan en diferentes contextos y de forma muy intensa y repetida en el tiempo.

Además, en la mayoría de los casos, van acompañados de dificultades sociales, problemas de adaptación al entorno escolar, dificultades con la regulación emocional, etc.

Algunos de los síntomas más frecuentes son:

DÉFICIT DE ATENCIÓN:

  • Se distrae con facilidad
  • Con frecuencia pierde y olvida cosas (abrigo, estuche, etc)
  • Tiene problemas para organizarse
  • A veces se pierde en las conversaciones
  • Le cuesta seguir instrucciones o las reglas de los juegos

IMPULSIVIDAD:

  • Interrumpe con frecuencia
  • Suele mostrarse impaciente
  • Incumple las normas
  • Actúa sin pensar
  • Carece de autocontrol
  • Tiene problemas para regular su conducta

HIPERACTIVIDAD:

  • Actividad motora excesiva. Movimiento frecuente de pies y manos
  • Puede correr o saltar en situaciones inapropiadas
  • Tendencia a hablar en exceso
  • Cambia con frecuencia de actividad sin terminar ninguna
  • No es capaz de permanecer sentado
  • Le cuesta seguir instrucciones

Dentro del TDAH se establecen 3 subtipos según la presentación del síntoma predominante:

  1. Tipo con predominio del déficit de atención
  2. Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad
  3. Tipo combinado, donde predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad-hiperactividad

Un diagnóstico temprano y una intervención a tiempo mejora significativamente el pronóstico y la evolución del trastorno.

Para el tratamiento de este trastorno es imprescindible una estrecha colaboración entre padres, educadores y profesionales.

Las familias de niños y adolescentes diagnosticados de TDAH sufren un nivel alto de estrés debido a las dificultades que tienen sus hijos en los estudios, a nivel social, con la autoestima, etc.

Trastorno del espectro del autismo

Realizamos evaluaciones completas para el diagnóstico de los Trastornos del Espectro del Autismo u otros trastornos del neurodesarrollo, en la infancia, adolescencia o vida adulta

 El trastorno de espectro autista tiene un origen neurobiológico y se presenta de forma diferente en cada persona. Principalmente, se ve afectada el área social y la capacidad para adaptarse a las exigencias de la vida cotidiana.

Las o personas con TEA no presentan ningún rasgo a nivel físico, las dificultades se manifiestan a nivel comportamental, social y/o emocional.

Sus habilidades intelectuales pueden variar desde la discapacidad intelectual a capacidades intelectuales medias o superiores.

Una de las áreas más afectadas es la interacción social, pueden presentar aislamiento o poco interés por relacionarse con los demás. En general su forma de interactuar es peculiar, sin saber bien cómo hacerlo y sin reparar en las reacciones de la otra persona.

Se ven afectadas también  las habilidades de comunicación verbal y no verbal. Algunas niños con TEA no hacen ningún uso del lenguaje, otros, que sí tienen habilidades lingüísticas en ocasiones no saben utilizarlas de forma funcional.

Los temas de interés suelen ser restringidos y en ocasiones su conducta puede ser repetitiva, teniendo dificultades para adaptarse a cambios en su rutina y su entorno.

Presentan además, dificultades para comprender las intenciones o las emociones de los demás, por lo que puede parecer que carecen de empatía.

Los niveles o grados del autismo están definidos por los niveles de ayuda que necesitará una persona para desenvolverse en el entorno familiar, en la escuela y demás contextos vitales.

Cada niño con TEA es diferente, a continuación se presentan las señales de alarma cuando el niño tiene entre 12 y 24 meses que pueden hacer recomendable una valoración:

  • No responder a su nombre cuando tienen (12 meses)
  • No señalar los objetos para demostrar su interés (no señalar un avión que pasa volando) (14 meses)
  • No jugar juegos de simulación (jugar “a darle de comer” a un muñeco) (18 meses)
  • Evitar el contacto visual y querer estar solos
  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos
  • Presentar retrasos en las destrezas del habla y el lenguaje
  • Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
  • Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace
  • Irritarse con los cambios pequeños
  • Tener intereses obsesivos
  • Aletear las manos, mecerse o girar en círculos
  • Tener reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas

Síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico del desarrollo que conlleva una alteración en el procesamiento de la información.

El trastorno se presenta de forma distinta en cada persona, pero tienen en común las siguientes características:

  • Dificultades en las relaciones sociales: problemas para hacer y/o mantener amigos
  • Alteraciones en los patrones de comunicación no verbal: no comprenden los elementos no verbales del lenguaje, como por ejemplo, detectar que han dicho algo molesto o incómodo
  • Intereses restringidos: poca capacidad para interesarse por temas que no les interesa
  • Inflexibilidad y/o rigidez cognitiva: poca capacidad de adaptación para cambios. Necesidad de rutinas
  • Dificultades con la pragmática del lenguaje: no entienden bromas, uso del lenguaje literal. Pensamiento lógico
  • Problemas en las funciones ejecutivas: mala capacidad para planificarse u organizarse
  • Dificultades para interpretar las emociones propias y ajenas: poca o nula empatía
  • Alteraciones sensoriales: hipersensibilidad a los ruidos, olores, texturas, luz, etc…

Miedos infantiles

Los miedos en la etapa infantil son algo normal y forman parte del desarrollo evolutivo de cada niño. La mayoría de estos miedos aparecen y desaparecen de manera espontánea siendo de carácter transitorio, de intensidad leve y con una temática específica para cada edad.

Poco a poco los niños van aprendiendo a gestionar esta emoción que les sirve para protegerlos en situaciones de peligro.

Si los miedos se vuelven desadaptativos, causando gran malestar e interfiriendo en el funcionamiento cotidiano del niño, se recomienda acudir a un profesional de la psicología.

Sin embargo, hay ciertos miedos que son desadaptativos y que generan un enorme sufrimiento en el niño, haciendo que se vea alterado el funcionamiento en situaciones cotidianas (irse a dormir, estar solo, etc).

A continuación se describen los miedos infantiles evolutivos:

EDAD TIPO DE MIEDO
0-6 meses Ruidos fuertes, pérdida de apoyo y soporte
7-12 meses Personas extrañas, separación de los padres y a objetos que surgen bruscamente
1 año Personas extrañas, separación de los padres, heridas
2 años Ruidos fuertes, animales, separación de los padres
3 años Personas disfrazadas, oscuridad, separación de los padres, animales
4 años Ruidos, oscuridad, separación de los padres, animales
5 años Lesiones corporales, ruidos, oscuridad, separación de los padres, animales
6 años Ruidos fuertes, animales, separación de los padres
3 años Oscuridad, seres sobrenaturales (monstruos, fantasmas, etc.) separación de los padres, lesiones corporales, ruidos fuertes (tormentas)
7-8 años Estar solo, seres sobrenaturales, oscuridad, lesiones corporales, hacer el ridículo
9-12 años Exámenes, lesiones corporales, aspecto físico, truenos y relámpagos, muerte, oscuridad- Enfermedades

 

Dificultades de aprendizaje

Las dificultades de aprendizaje suelen afectar significativamente al rendimiento en el colegio, así como al desarrollo del niño.

Estas alteraciones cognoscitivas afectan a la adquisición y el desarrollo del lenguaje, la lectura, la escritura o el cálculo.

Entre las dificultades de aprendizaje más habituales podemos encontrarnos las siguientes:

  • Dislexia: Dificultades de aprendizaje relacionadas con la incorrecta consolidación de la lectura. Las personas con dislexia presentan problemas en la descodificación de letras, sílabas o palabras, dificultad para aplicar normas gramaticales y para automatizar reglas ortográficas.
  • Disgrafía: Dificultades relacionadas con la expresión escrita. Puede ser motriz, motricidad insuficiente a la hora de escribir o específica, mala organización del lenguaje escrito.
  • Discalculia: Dificultades de aprendizaje relacionadas con los números y el cálculo.
  • Trastorno del lenguaje: Es un trastorno que afecta a la adquisición y procesamiento del lenguaje, concretamente a uno o varios componentes del sistema lingüístico (fonológico, morfosintáctico, semántico y/o pragmático).
  • Disortografía: Es un trastorno de la escritura donde es habitual cambiar unas letras por otras, escribir unidas varias palabras o separadas una misma palabra y/o escribir una palabra tal y como se pronuncia.

Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

El TOC es un trastorno de ansiedad en el que el niño tiene una preocupación u obsesión recurrente y realiza actos compulsivos que pueden generar dificultades en el funcionamiento de su vida diaria. Algunos ejemplos son:

  • La muerte propia o de un familiar
  • Miedo a contaminarse
  • Miedo a cometer errores
  • Miedo a contraer una enfermedad

Estas obsesiones o pensamientos intrusivos pueden ir acompañados de conductas repetitivas:

  • Rituales de comprobación
  • Apagar luces
  • Lavarse las manos en exceso
  • Colocar sus cosas de forma muy precisa y no soportar el cambio
  • Negarse a tirar cosas. Acumulación

El objetivo de estas acciones es prevenir los pensamientos obsesivos o sentir cierto alivio inicial. El hecho de no llevar a cabo estas conductas puede provocar malestar o ansiedad, llegando a interferir en el día a día de la persona, en su rendimiento escolar o laboral, relaciones sociales, etc.

El tratamiento cognitivo-conductual es muy eficaz en este tipo de problemática.

Adicción a nuevas tecnologías

La adicción a los videojuegos, tablet, ordenador, etc, afecta de forma negativa en la vida de las personas y de las personas de su entorno más cercano.

La salud y calidad de vida de las personas que la padecen hace que se sientan fuera de control. Algunas de las señales de alarma más frecuentes son:

  • Impaciencia, irritabilidad
  • Descenso en el rendimiento escolar
  • Nerviosismo
  • Pérdida de interés por las personas y las actividades que antes le resultaban placenteras
  • Problemas en las relaciones familiares

Duelo

Los procesos de duelo son necesarios cuando se produce una pérdida. En el caso de los niños, dependiendo de la edad, se abordará de una forma u otra ya que la comprensión de la muerte puede ser limitada.

En ocasiones los niños pueden experimentar un retroceso en sus conductas como por ejemplo el miedo a la separación, el control de esfínteres, objeto de apego, etc. Cuando esto ocurre, es recomendable acudir a un especialista que pueda ayudar al niño.

Trastornos de conducta alimentaria

Los trastornos de la conducta alimentaria incluyen pensamientos negativos con respecto a la alimentación, la figura corporal y el peso.

Las manifestaciones más habituales son: conductas restrictivas, purgativas, o atracones de comida. Son especialmente comunes en mujeres jóvenes y adolescentes.

Un rasgo habitual que caracteriza a este tipo de estos trastornos es la falta de conciencia de la enfermedad, por lo que la recuperación suele ser larga y compleja. El papel de la familia es fundamental para la recuperación.

Bullying / acoso escolar

El bullying es un tipo de violencia que se manifiesta a través de conductas de hostigamiento y/o intimidación, tanto físicas como psicológicas, y que generalmente se da en entornos escolares.

En muchas ocasiones, detectarlo es difícil. Algunas de las señales más habituales de personas que sufren bullying son:

  • Rechazo a acudir al centro escolar
  • Cansancio o quejas somáticas (dolor abdominal, de cabeza, etc…)
  • Poca capacidad de concentración, está disperso y olvidadizo
  • Desciende su rendimiento escolar

En Hábiles trabajamos, tanto en terapia individual como en talleres de habilidades sociales e inteligencia emocional, con multitud de niños y adolescentes que han sufrido acoso y su autoestima y seguridad en sí mismos se ha visto afectada.

Problemas de conducta

En Hábiles trabajamos, tanto en el taller “Escuela de Familias: Problema Cotidianos de conducta” como en intervención individual, con familias que sufren diversos problemas de conducta con sus hijos/as: negativismo, desobediencia, rabietas, mentiras, falta de respeto a la autoridad, etc…

Una tardía intervención en estos problemas puede desembocar en trastornos de conducta, tales como:

  • Trastorno oposicionista desafiante
  • Trastorno explosivo intermitente